Hace ya algún tiempo nuestra compañera de Plástica y asidua
colaboradora de la biblioteca Ana de Alba nos descubrió el Kamishibai, palabra japonesa que significa
“teatro de papel”, una manera tradicional de narrar cuentos en Japón.
El curso pasado, dentro del Proyecto de Formación en Centros "El
teatro como medio educacional" trabajamos el kamishibai como instrumento
para fomentar la lectura y la escritura, la lectura en voz alta y la
dramatización. Fruto de la experiencia fueron tres relatos de autores
españoles ilustrados y adaptados para el
teatrillo por alumnos de secundaria y bachillerato: La pata de palo, de Espronceda;
El niño que no sabía jugar, de
Ana Mª Matute y Tres cuentos de hadas,
de Gustavo Martín Garzo.
En el kamishibai el texto está en la parte posterior de las láminas y
la imagen de cara al espectador por lo
que siempre se necesita que alguien lea
el texto mientras los espectadores contemplan los dibujos, deslizando las
láminas para que avance la historia.
Este curso, los alumnos de OMOAE
han trabajado el cuento de Blancanieves,
que representaron con el kamishibai durante la semana cultural.
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